- Me desperté como si no hubiera dormido.
- Cada vez que tu voz titubea, te saco ventaja.
- Estoy harta de las pendejadas.
- Odio la humedad.
- Me quiero ir a vivir a Mar del Plata.
- Una vieja hedionda se sentó a mi lado, repleta de bolsas, bolsitas, carteras y ruiditos. Estuve tentada de ahogarla ahí mismo. Reprimí ese impulso -menos mal-.
- Siempre es lo mismo.
- Quiero comer una pizza napolitana, pero estoy gorda.
- Escribís tan mal, que me da pena :)
- Volvió la becada.
- No es algo personal.
- Me alegra haber hablado con vos.
- Soy sola.